Reaccionar con hostilidad no es productivo. Todos experimentamos situaciones en las que alguien cruza nuestros límites personales, desencadenando una fuerte respuesta emocional. Cuando alguien nos provoca, es tentador responder. Pero reaccionar con hostilidad no es una respuesta óptima o productiva.
En su lugar, podemos utilizar las herramientas de la comunicación consciente para expresarnos de manera clara y compasiva, y así nutrir nuestras relaciones y nuestra vida.
En su libro Comunicación no violenta, el psicólogo Marshall Rosenberg describe cuatro pasos fundamentales hacia la comunicación consciente, para utilizar siempre que te encuentres a la defensiva, irritado, o provocado.
1. Describe lo que sucedió: separa la observación de la evaluación
Cuando describas lo que pasó, finge que eres un periodista objetivo y relata los hechos observables. Por ejemplo: «Mi amigo nunca llega a tiempo» es una evaluación. Una observación es: «Mi amigo dijo que iba a llegar a las 7 y llegó a las 7:45». El uso de expresiones como «siempre», «nunca», y «en repetidas ocasiones» es, a menudo, una señal de que estamos evaluando en lugar de observar. Esto hace que la persona sea más propensa a rechazar lo que estamos diciendo.
2. Describe tus sentimientos
El siguiente paso es describir los sentimientos con palabras que expresen tus emociones básicas, como el enojo, la alegría o la frustración. Evita usar expresiones que describan la forma en que interpretas las acciones de los demás, tales como «abandona», «no comprende», o «no tiene fundamento». Este tipo de expresiones refuerzan un sentimiento de victimización y tienden a frustrar el proceso de comunicación consciente.
3. Identifica lo que necesitas
En lugar de esperar a que tus seres queridos te proporcionen espontáneamente lo que necesitas, es mucho más probable que satisfagas tus necesidades si puedes comunicarlas con claridad. Identifica la necesidad insatisfecha detrás de tus sentimientos, siendo lo más específico posible. Por ejemplo: «Me sentí triste porque mi hermana no pudo venir a visitarme. Necesito más compañía en mi vida».
4. Pide lo que quieres
El paso final es solicitar comportamientos o acciones específicas que te ayudarán a satisfacer tus necesidades. No te limites a pedirle a tu pareja que pase más tiempo contigo. Sé específico. Pídele salir de paseo juntos, después de la cena, o ir al cine el sábado por la noche. Expresa tu necesidad como un pedido y no como una demanda. Esto demuestra empatía, ya que puede prevenir que la otra persona no haga lo que pides.
Este proceso aumentará tu capacidad de crear relaciones basadas en la honestidad y la empatía, permitiéndote experimentar más alegría, paz y satisfacción.